La Peregrinación contaría también con personas agrupadas en esquinas convenidas en cada uno de los barrios: Las Bonguitas, (Hoy La Cruz) Arroyito Hondo (Hoy San Martín) El Tusal y La Calle Nueva (Hoy San Roque) por nombrar los tradicionales.
La caminata de los devotos del Milagroso de la Villa, quedó despierta y revoloteando en mi imaginación, hasta cuando una de las participantes, asidua en estas romerías, días posteriores a su regreso, comentó de sus experiencias, empezando por el primer viaje a la Villa de San Benito, acompañando a una de sus abuelas, a cumplir la Sagrada Manda de besar los pies del Crucificado, oír La Sagrada Misa, como se decía antes y asistir a la Procesión, con La Imagen del Crucificado llevando velas encendidas a la mano.
Así pagaban las promesas por los tantos favores de sanación, de prosperidad y otros milagros, exigidos por la frágil condición humana, para vivir en paz con ella misma y con la de los semejantes; explicó además nuestra narradora, que la peregrinación era un legado del fervor de sus antepasados, quienes a su vez la heredaron de sus mayores; ofrecían y pagaban Mandas a Jesús Crucificado, a María en sus diferentes advocaciones y al Santo o Santa de sus afectos.
Agregó también que tiempo atrás, los habitantes de esta ranchería o Sitio, no sólo visitaron al Milagroso de la Villa de San Benito; también agasajaron a la Virgen de la Candelaria de Magangué el 2 de Febrero; a la Virgen del Socorro, el 30 de Agosto ya la Natividad de María el 8 de Septiembre en Sincé, las festividades de la Virgen de la Concepción y de la Virgen de Las Mercedes en Corozal; resalto las más importantes y de mayor concurrencia de feligreses residentes en San Emigdio, por la relativa cercanía de este Sitio, con los pueblos donde festejaban a sus Patrones.
Cuando habló de sus mayores, nuestra interlocutora, se refirió a los antiguos habitantes de Las rochelas o rancherías recogidas con el nombre del Sitio de San Emigdio, por inmigrantes de Corozal, Sincé y Pileta, quienes se aventuraron a pasar las fronteras de los bosques tropicales secos, en el siglo XVIII, subsistiendo de los cultivos de tabaco criollo, Caña de azúcar y rozas de pan coger; de esta manera conformaron una Iglesia itinerante, que salió en busca de Pastor a manifestar su Fe y a bautizar sus hijos en las Festividades Patronales de los pueblos vecinos.
Todo continuó en la misma forma, con creyentes dispersos, por fuera de la autoridad colonial y religiosa hasta después de la Independencia, cuando a mediados del siglo XIX, San Emigdio asomó como un conglomerado productor de una buena calidad y cantidad de tabaco en el concierto de los pueblos sabaneros, obteniendo reconocimiento por las autoridades civiles, con el nombre de la Aldea de San Antonio de las Sabanas y eclesiástica, con la presencia periódica del Reverendo Padre Bartolomé Cermeño de la Parroquia de La Natividad de María de Sincé, quién oyó el ruego permanente de Monseñor Eugenio Biffi, Obispo de la entonces Diócesis de Cartagena.
Monseñor Biffi misionero por excelencia e insistente en la permanencia de la evangelización a cada uno de los integrantes de su grey, por muy dispersa que se encontrara; impulsó con la predica al Reverendo Padre Bartolomé Cermeño, iniciar con los feligreses de San Antonio de Las Sabanas, una campaña dirigida a construir una capilla para el culto a Dios; palabras que se convirtieron en realidad en el año 1.860 cuando la Aldea de San Antonio, levantó en la plazoleta donde está hoy el parque Marcos Fidel Suarez o de Los Fundadores, una capilla con paredes de madera, pisos de tierra y techo pajizo.
La capilla la mejoraron en el año 1.885cuando le cambiaron el techo pajizo por uno de zinc y recibió a solo tres (3) años de su canonización, la imagen del Beato entonces Pedro Claver, como regalo de Monseñor Eugenio Biffi, a través del Párroco de Sincé; el Reverendo Padre Gabriel Garrido, en 1.889, un año (1) después de incluir el Papa su Santidad León XIII, a Pedro Claver en la lista de El Santoral Católico, lo consagró Patrón de San Antonio de Las Sabanas.
Los bautizados crecieron en edad y cantidad, llevando a la Arquidiócesis de Cartagena y a su Arzobispo Monseñor Pedro Adán Brioschi, alumno de Monseñor Biffi, en 1.922 a crear la Parroquia Conjunta de Santo Tomás de Buenavista y San Pedro Claver, designando como Párroco al Reverendo Padre Mariano Rodríguez de nacionalidad española.
En las tres primeras décadas del siglo XX, (1.930), la capilla desmejorada y pequeña para recibir la creciente feligresía, el ya Arzobispo de la Arquidiócesis de Cartagena Monseñor Pedro Adán Brioschi, aprobó la consagración como Templo Católico, a la casa de madera, con pisos de cemento y techo de zinc, ubicada donde funciona hoy la Biblioteca Pública y Municipal Pepe Mendoza, entre calle 14 y carrera 14; el Templo aludido contó con un altar estilo gótico en madera, bancas marcadas en su espaldar con el apellido de la familia a la cual pertenecía y campanas colgantes de un madero de Carreto amarrado entre dos (2) arboles de cañahuate.
Pasaron veinte (20) años, (1.942), para que el primer Arzobispo de la Arquidiócesis de Cartagena, Pedro Adán Brioschi, alumno de Monseñor Eugenio Biffi, fundara independientemente de la Parroquia de Santo Tomás de Buenavista, la de San Pedro Claver, designando como su primer Párroco al Reverendo Padre Amadeo Álvarez Mantilla, sacerdote español, quién de inmediato comenzó a trabajar la idea de construir en la plazoleta, donde estuvo ubicada la antigua capilla de la cual hablamos en párrafos anteriores, un Templo de mampostería dedicado al esclavo de los esclavos.
Después llegaron los Reverendos Padres, Vicente Morales, Aníbal de Jesús Callejas (1.944 a 1.945) y Antonio Rosero Perea (1.945 a 1.952) dando este último lo mejor de su oratoria sagrada al servicio de la construcción del Templo planeado y cuyo esfuerzo estuvo próximo a dejarlo en obra negra, a los Reverendos Padres, Bernardo Salcedo y Vicente Cabiedes en 1.952; pero fue el Reverendo Padre Alberto Caicedo Vizcaíno (1.952 a 1.958) del cual tengo que decir: Primero, que se trata de un Sacerdote pleno en Santidad y virtudes, segundo, Arquitecto Restaurador empírico y tercero, quién el 30 de Septiembre de 1.954, año del tercer centenario de la muerte de San Pedro Claver, nos entregó el más hermoso de los Templos, estilo gótico en el cual notaron la mano del artista.- Al Padre Alberto, lo sucedieron a partir del 1.958, los Reverendos Padres, Juan Cristini Cristini, Efraín García Escudero, Álvaro Alfonso Devia, Marco Roncancio, José María Cardona, Ramiro H Gómez, hasta el 1.987.-
Hay que destacar la labor del Reverendo Padre Álvaro Alfonso Devia (1.966 a 1.971), para remplazar la Casa Cural en ese tiempo de madera, techo de eternit, pisos de baldosas en mal estado, por una edificación en mampostería con las exigencias modernas.- Durante la Administración de la Parroquia por el Reverendo Padre Álvaro Alfonso Devia, quedamos bajo la autoridad eclesiástica de la Diócesis de Sincelejo, en manos de Monseñor Félix María Torres, a partir del 2 de Agosto de 1.969.
El Templo de San Pedro Claver, erigido frente a la carretera Puerto de Hierro a Magangué, desde su inicio sufrió a consecuencia del paso normal de los carros, situación agravada en los años setenta y ochenta, con el aumento deltráfico de automotores y de maquinaria agrícola, por el frente y el costado derecho del Templo con relación a la portada; las vibraciones produjeron el agrietamiento de las paredes, columnas y el altar gótico, no dejando opción diferente esta circunstancia, a la demolición y edificación posterior.
El Reverendo Padre Ramiro H. Gómez, (1.974 a 1.987) inició la tarea de demolición y reconstrucción; en efecto lo logró, haciendo edificar el cuerpo del Templo de una sola nave y dentro del más estricto estilo románico, arquitectura donde prima la fortaleza, por el alzamiento de muros en Monolíticos de cemento.- Durante la reconstrucción permanecieron intactas las Torres góticas y la parte frontal del templo con el mismo estilo, mientras el cuerpo del templo fortalecido, quedó con una arquitectura románica.
Dentro de la dinámica de la Diócesis en sus rotaciones de Sacerdotes, llegaron a Administrar la Iglesia de San Pedro Claver, de 1.987 a 2.008 los Reverendos Padres: Luis Napoleón Badel, Carlos Alberto Calderón, Mario Martínez Taboada, Luis Napoleón Badel, Nicanor Díaz Vergara y Carlos Almanza Campo; todos colocaron su aporte grande o pequeño para mejorar el Templo, cumpliendo con eficacia y consagración la tarea primordial, consistente en la dirección espiritual de sus feligreses.-
Es menester reconocer el trabajo realizado en la juventud de esta Viña del Señor por los Párrocos, quienes con su esfuerzo, sacrificio y oraciones lograron con la conducción de Jesús, llegaran a la ordenación, los Sacerdotes naturales de San Pedro: Reverendos Padres, José Luis Palencia Luna; Omar Estrada Romero; Felipe José Luna Cijanes; José Carlos Sánchez Gómez; Giovanny Álvarez Navarro; Juan Sarmiento Cueto; Edgar Sarmiento Cueto y Ramiro Acosta Cárdenas, quienes sirven a Dios con los fieles en otras regiones de la patria.
Finalmente menciono la tarea adelantada por el Reverendo Padre José Chadid Anachury, llegado a la Parroquia de San Pedro Claver el 8 de Junio del 2.008, quien aprovechando los adelantos de la construcción, contrató con un Ingeniero los estudios y la dirección para hacer renacer en el Templo de la Parroquia San Pedro Claver en lo posible; el simbolismo del arte gótico que pedía a gritos la verticalidad de la luz que existiría, como en efecto sucedió, con la desmaterialización de los muros de monolíticos de cemento, sustituidos por ventanas ojivales de vidrieras policromadas en sus costados, armonizando con la parte frontal, donde conjugaron la filigrana vaciada con pináculos o pilares piramidales del mismo material, rodeando la elevación de dos torres transportando al cielo las oraciones de los Sampedrenses.
Gracias Reverendo Padre José Chadid Anachury, por la evangelización, guiada por la palabra de Dios, a través de la suya en los cursos bíblicos; sé que de sus simientes cosechará abundantes y excelentes frutos.- Dios os premiará.